LA
SALUD BUCODENTAL EN LA TERCERA EDAD
La sociedad envejece rápidamente; el
incremento del número de personas
mayores de 60 años es el factor
poblacional que caracteriza los cambios demográficos actuales, junto al
descenso de la natalidad.
la expectativa de vida es de 75 años y el 12
% del total de la población está ocupada por el adulto mayor; para el 2012 se espera que este grupo
etario represente el 14 % del total de
la población.
El envejecimiento hay que verlo como parte
del desarrollo, las causas fundamentales de este incremento están dadas, entre
otros, por las migraciones, descenso de natalidad y el mejoramiento de la
atención médica; por tanto, el envejecimiento debe analizarse a través de su
contexto sociocultural y por su influencia en la calidad de vida.
Pese a que se dispone de los conocimientos
necesarios para despejar ideas erróneas en relación con la salud bucodental y
el envejecimiento, los gerontes siguen corriendo un alto riesgo de sufrir
afecciones bucodentales, entre ellas:
caries, alteraciones periodontales y cáncer
bucal, cuya prevalencia no ha mejorado significativamente en este grupo; y
tanto la sociedad en general,
como los ancianos mismos continúan aceptando
el deterioro bucal y del aparato masticatorio como un proceso inevitable del
envejecimiento. 3
La estomatología geriátrica aborda todo
aquello relacionado con afecciones bucales, condiciones crónicas y plan
terapéutico; entidades estas que pueden ser más comunes en la edad avanzada y
generar mayores complicaciones para la práctica dental.
dada por el cambio en el estado de la salud
bucal y en las actitudes del anciano, que algunas veces provocan efectos
determinantes sobre dicha salud.
El programa del adulto mayor de la
Organización Panamericana de la Salud ha desarrollado la estrategia de motivar
a los odontólogos sobre la atención primaria en ese campo.
En nuestro país, las directrices del
Ministerio de Salud Pública consideran el programa preventivo para el adulto
mayor, el cual incluye:
1.
Programa nacional de atención al adulto mayor.
2.
Programa preventivo
3.
Programa de educación para la salud y modificaciones de hábitos nocivos.
4.
Programa de apoyo económico.
El cuidado estomatológico a la tercera edad
en este momento ha tomado sumo interés y se le está dedicando mayor tiempo.
Para
la atención a estos pacientes, el odontólogo debe tener un profundo
conocimiento de los aspectos biológicos, por la sensible disminución de los
mecanismos de adaptación y regeneración hística.
Los individuos de edad avanzada requieren un
enfoque diferente, tratamientos modificados y conocimiento de cómo los cambios
hísticos dependientes de la vejez afectan los servicios de sanidad bucal.
Muchos
de estos cambios, que en un tiempo se
consideraron naturales y asociados con la vejez, en realidad son procesos
patológicos específicos.
El dentista y el médico no pueden alterar los
efectos de la edad, pero sí ayudar al paciente a ajustarse a los cambios
físicos que se producen en su organismo.
En la salud general del anciano, influye
mucho la cavidad bucal, ya que ésta tiene utilidad en el lenguaje, en la
masticación y apariencia física, y por ende, en su autoestima.
El odontólogo debe discernir si las quejas
del anciano obedecen a transformaciones naturales o se deben a procesos
patológicos debidos a: desnutrición, problemas endocrinos, etcétera.
Tiene particular importancia en el individuo
de edad avanzada un inventario y una estimación cuidadosa y detallada del
estado de salud. La historia clínica y examen incluirán las enfermedades
pretéritas y actuales, y las experiencias dentales sufridas.
Resulta vital conocer la naturaleza exacta de
todos los medicamentos que está tomando; datos que deben considerarse al
plantear el tratamiento.
Además se debe prestar particular atención al
examen de los ganglios linfáticos, suelo de la boca, lengua y orofaringe.
También la transformación creciente de los
huesos del anciano debe tenerse presente al interpretar las radiografías.
Entre algunas de las principales enfermedades
sistémicas que pueden tener efectos locales en la boca, figuran:
Diabetes: Aproximadamente la padece entre el
15 - 20 % de la población mayor de 65 años y por orden de prevalencia es la
sexta enfermedad crónica más frecuente.
Los diabéticos que no están compensados
tienen más afecciones severas de la cavidad bucal; en tanto que los compensados
tienen la misma frecuencia que los no diabéticos.
La manifestación más común en los diabéticos
es la enfermedad periodontal. Parece que tiene relación directa con la
alteración en la función de los neutrófilos.
Cuando analizamos el concepto de salud en la
tercera edad, éste varía con respecto al concepto de salud general, la salud en
la tercera edad se define como salud funcional y es la que permite que el
individuo viva a plenitud de acuerdo con sus posibilidades y capacidad.
si cumple sus propias expectativas, esa
persona está viviendo de forma saludable; por lo tanto la salud oral forma
parte esencial de la salud en general y calidad de vida de los ancianos.
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