domingo, 30 de septiembre de 2012

EL EMBARAZO Y LAS ENCIAS




EL EMBARAZO Y LAS ENCIAS
El embarazo no tiene por qué perjudicar a la salud de tu boca. Te ofreceos todos los consejos para mantener sanos tus dientes y encías. 
 El embarazo es, a menudo, sinónimo de dientes y encías dañadas. "Cada hijo, un diente", así reza un refrán popular.
Ésta es una afirmación totalmente falsa, pues el embarazo no es sinónimo de dientes más frágiles, en peligro de caerse o dañados.

Durante la gestación, el organismo materno aprovecha al máximo el calcio adquirido con la alimentación para pasárselo al pequeño. Esto no tiene porqué perjudicar la salud de la dentadura, siempre y cuando la dieta de la mamá prevea el consumo de los alimentos ricos en calcio, como leche, yogures y quesos. 


Durante el embarazo puede ocurrir que las encías sangren, se hinchen o duelan porque hay una mayor irrigación sanguínea. Estos sangrados trasforman las encías en un terreno propicio para la proliferación de la placa bacteriana.

Es muy fácil protegerse de este riesgo: basta con mantener una buena higiene bucal y seguir unas sencillas reglas.
Veamos, a continuación, los cuidados básicos para prevenir la gingivitis y mantener una boca sana también durante el embarazo.

Consejos para una boca sana:

• Mantén una escrupulosa higiene bucal.
• Acude al dentista para que te realice una limpieza de la placa y del sarro, así como una revisión para evitar intervenciones durante los últimos meses de embarazo.
•  Enjuágate bien la boca con un colutorio de flúor después de los vómitos. Los ácidos del estómago debilitan y dañan los dientes.
Es muy común, principalmente en los primeros meses de embarazo, que la mujer embarazada sienta mareos, náuseas, vómitos, y otras molestias. Sin embargo, estos problemas no son la única alteración que puede sentir la mujer cuando está embarazada.

Paralelo a estos problemas también puede presentar molestias bucales, concentradas principalmente en las encías. A pesar de todo, no existen motivos para que ella deje de sonreír.

Cuando se está embarazada no se debe descuidar de la mente, de todo el cuerpo y también de los dientes.
Los cambios hormonales que el organismo sufre durante el embarazo conciliados con un mayor flujo de sangre por el cuerpo de la mujer pueden provocan una mayor sensibilidad a la placa dental, es decir la capa de bacterias que se forma continuamente sobre los dientes, y que es lo que causa la irritación en las encías.
Es común que las encías se inflamen o infecten, y que se note que la boca produce más saliva que lo normal.

Los síntomas de una gingivitis

Es muy fácil saber si se padece o no una enfermedad gingival. Existen algunos síntomas que pueden ayudar a reconocer algún problema:

- Sangrado de los dientes durante el cepillado o la utilización del hilo dental
- Encías hinchadas e irritadas - Mal sabor de boca
- Mal aliento
Estos síntomas son los más habituales.
Si sientes algunos de estos síntomas lo mejor sería acudir al dentista para una revisión y una limpieza bucal.

Prevención y tratamiento de la gingivitis


Una adecuada higiene bucal es la clave para evitar la gingivitis y evitar así problemas más graves. La mejor forma de luchar contra esta enfermedad es evitándola.
 Durante el embarazo es aconsejable cepillarse los dientes con una pasta específica para el buen mantenimiento de la salud gingival, como también realizar limpiezas interdentales todos los días.
Paralelo a la limpieza también es necesaria una dieta sana y rica en calcio. Una alimentación orientada a prevenir los problemas bucales. GuiaInfantil.com ha preparado algunos consejos para que la mujer mantenga sus dientes y encías sanos, durante el embarazo:

- Cepillar los dientes como mínimo dos veces al día. Lo mejor sería hacerlo después de cada comida.

- Cepillar los dientes con mucha suavidad. Para eso, hay que usar cepillo con cerdas suaves. Si tienes mucha sensibilidad, recurra a los dentífricos especiales para encías delicadas.

- Usar el hilo dental siempre que sea posible. Te quitará todos los restos de comida de los dientes.

- Evitar comer muchos alimentos dulces. Son grandes contribuidores a la gingivitis.

- Visitar al dentista con regularidad. Conviene hacer siempre una revisión. En caso de que tenga algún síntoma, no esperes a que termine el embarazo. Habla cuanto antes con un dentista, si tus encías sangran mucho, se llegas a perder algún diente, si las encías están inflamadas, o si sientes dolor en algún diente o en las encías.

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