lunes, 8 de octubre de 2012

¿que es la Endodoncia?



¿QUÉ ES ENDODONCIA?


El tratamiento endodóntico comprende todos aquellos procedimientos dirigidos a mantener la salud de la pulpa dental o de parte de la misma.
 La pulpa dental es un tejido conjuntivo constituido por células y aferencias nerviosas y vasculares, que ocupa parte de la corona y la raíz o raíces del diente.
Para realizar tratamientos endodónticos es imprescindible conocer la anatomía tanto de la cámara pulpar como de los conductos radiculares.

Causas de la patología pulpar
La pulpa dental puede inflamarse como consecuencia de diferentes factores, y en última instancia puede llegar a necrosarse o morir.
Entre los factores que pueden producir inflamación pulpar destacan los siguientes:

    Pérdida de tejido dental:
la caries es la causa más frecuente de lesión pulpar, pero la abrasión, la erosión, el desgaste de los dientes por el roce de unos con otros y los tratamientos restauradores pueden también provocar inflamación al dejar el diente expuesto a las bacterias y sus productos.
    Tratamientos restauradores: al cortar la dentina se pueden producir daños al generar calor y provocar deshidratación.
La magnitud del daño dependerá del tipo de fresa que se utilice, de la velocidad de rotación, de la vibración y del empleo de un refrigerante eficaz.
    Materiales de restauración: la toxicidad de los materiales, su acidez, la cantidad de calor que generan al fraguar y su capacidad para producir deshidratación pueden causar lesiones e inflamación pulpares.

Una inflamación pulpar progresiva y cada vez más intensa puede dar lugar a una lesión perirradicular (alrededor de la raíz) inicial como consecuencia de la interacción de las bacterias y sus productos con los mecanismos de defensa del tejido pulpar.

Si la pulpa dental pierde repentinamente su vitalidad debido a un traumatismo impactante, aparecen signos iniciales de traumatismo agudo e interrupción de los vasos sanguíneos apicales, y seguidamente se produce la cicatrización, o una inflamación crónica si las bacterias infectan el espacio pulpar.

El odontólogo explorará al paciente para buscar distintos trastornos como parte de la valoración endodóncica.
En muchos casos el paciente busca tratamiento debido al dolor, pero muchas alteraciones únicamente se descubren tras la exploración clínica.
 Los trastornos más corrientes que se pueden descubrir durante una valoración endodóncica son:

    Inflamación pulpar.
    Contusión pulpar
    Necrosis pulpar (pérdida de vitalidad pulpar).
    Inflamación alrededor del extremo de la raíz.
    Reabsorción dental externa o interna.
    Fractura dental.
    Problemas yatrógenos (inducidos por el odontólogo).
    Patología local no dental de los tejidos blandos o tejidos duros.

El tratamiento de elección para la enfermedad periapical es la eliminación de los microorganismos y sus productos del sistema de conductos radicular. Podríamos entender la pulpectomía como el tratamiento que extirpa la totalidad de la pulpa,
 pero en realidad es un tratamiento mucho más complejo, que persigue la total eliminación del contenido del sistema de conductos radiculares (bien se trate de pulpa o restos necróticos),
y además busca conseguir el sellado hermético de dicho sistema, dejándolo aislado del resto del organismo.

Consta de varias fases, que deben llevarse a cabo de forma secuencial. Cada una de ellas tiene unos objetivos específicos que deben ser cumplidos, pero todas tienen uno común: permitir realizar correctamente la fase posterior. Un fallo en cualquiera de ellas provocará el fracaso de la cadena entera. Los pasos son:

    Anestesia.
    Aislamiento del diente.
    Apertura cameral.
    Conductometría.
    Instrumentación.
    Obturación.
    Control.  


La apertura cameral consiste en realizar una cavidad en el diente exponiendo la totalidad de la cámara pulpar, para proporcionar a los instrumentos un acceso sin obstáculos hasta el final de la raíz.

La conductometría es el conjunto de maniobras necesarias para determinar la longitud del diente que debe ser trabajada
Persigue la limpieza del conducto y la conformación del mismo para facilitar la fase de obturación.

El material de obturación más utilizado hoy día es la gutapercha, en forma de puntas o conos.
seleccionamos la punta de gutapercha que llegue hasta la longitud que hemos trabajado y la introducimos en el conducto (el cual ya tenía forma cónica).

Cuando la punta alcanza su nivel haremos una radiografía para comprobarlo.


Una vez terminado el tratamiento endodóncico obturaremos el diente (la corona) con un material de obturación, pero deberemos observar la evolución del tratamiento haciendo controles clínicos y radiográficos.
 La periodicidad de estos controles variará según el caso de que se trate.

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