ANESTESIA LOCAL EN ODONTOLOGIA
Los anestésicos locales son fármacos que
utilizamos para bloquear los impulsos nerviosos dolorosos de manera que podamos
realizar procedimientos en el paciente que resulten cómodos e indoloros.
Todo médico y odontólogo está autorizado para
usarlos de manera segura para procedimientos quirúrgicos ambulatorios (es
decir, el paciente no tiene que ser hospitalizado).
La cantidad y
el tipo de anestésico a utilizar,
como también la técnica de aplicación son seleccionadas por el doctor
dependiendo del tipo de procedimiento que se va a realizar, el sitio del cuerpo
donde se va a operar y la historia médica del paciente.
Hay
algunos anestésicos locales que son de mayor duración que otros, y otros
difieren en la forma en que son metabolizados o degradados por el cuerpo.
Para aplicarlos existen dos técnicas
principales: la aplicación tópica sobre
la piel o mucosa para producir un adormecimiento de las terminaciones nerviosas
superficiales; y a través de una inyección debajo de la piel o mucosa, ya sea
para anestesiar solo el área a operar o bloquear toda una región (toda la mano
o todo el lado izquierdo de la mandíbula por ejemplo).
Los
anestésicos locales son bastante seguros.
Son
utilizados en cantidades muy pequeñas, ya que se necesita de solo lo necesario
para bloquear los estímulos dolorosos mientras dure el procedimiento
quirúrgico.
Las complicaciones asociadas a la aplicación
o inyección de un anestésico local son muy raras.
Cuando suceden, las más comunes son una
reacción alérgica al anestésico o una respuesta de depresión pasajera del
sistema nervioso central.
Las reacciones alérgicas son cada vez más
raras ya que en el presente se utilizan anestésicos que no producen estas
reacciones;
el paciente debe comunicarle a su doctor si
ha tenido una reacción alérgica a la anestesia local en el pasado que haya
requerido de una hospitalización o tratamiento de urgencia,
de manera que puede usarse otro anestésico de
una clase diferente al que causó la reacción en el pasado.
Otros pacientes son alérgicos a unos
preservativos que se añaden al anestésico para prolongar su tiempo de vida
útil, aunque cada vez menos los fabricantes estos preservativos y los han
reemplazado por preservativos que no producen reacciones alérgicas.
Los efectos negativos sobre el sistema
nervioso central son también raros y están relacionados a la cantidad de
anestésico que es inyectado; mientras mayor la cantidad, mayor el riesgo que el
paciente sufra de mareos, sudoración, agitación, nerviosismo, nauseas,
palpitaciones y hasta vómitos.
Estos efectos no duran más de unos cuantos
minutos y el paciente se recupera casi inmediatamente.
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